NEW ROCHELLE.- Cynthia Arce, de Mamaroneck, fue sentenciada a una pena de entre 25 años a cadena perpetua después de declararse culpable a principios de este año en el Tribunal del condado de Westchester por matar a su hija, Gabrielle Boyd, y apuñalar a dos policías, el 28 de abril del año pasado.
Arce se declaró culpable en septiembre pasado de asesinato en segundo grado y asalto agravado.
Los miembros del Departamento de Policía de Mamaroneck respondieron a una casa de la Chestnut Avenue en abril del año pasado, donde hubo una llamada de emergencia de la madre de Arce, que también vivía con la familia, informando que alguien se estaba muriendo.
Los oficiales al llegar al lugar, encontraron a la pequeña Gabrielle inconsiente en su cama.
Los oficiales que respondieron a la casa intentaron resucitar de inmediato a la menor, mientras que otros revisaron la casa, donde encontraron a Arce en una habitación adyacente con la puerta cerrada.
La policía dijo que Arce tenía las manos a la espalda y se negó a cumplir con las órdenes de mostrar sus manos. Cuando finalmente consintió, levantó los brazos por encima de los hombros, mostrando dos grandes cuchillos, uno en cada mano.
El fiscal del condado de Westchester, Anthony Scarpino, declaró que Arce acusó a los oficiales y atacó a dos de ellos.
Cuando las pistolas eléctricas no pudieron someterla, un tercer oficial le disparó con otra taser, terminando rápidamente la confrontación.
Dos de los oficiales sufrieron heridas en la lucha.
Mientras tanto, los oficiales continuaron los esfuerzos para mantener viva a Gabrielle hasta que llegaron los paramédicos.
La niña fue transportada al Hospital de White Plains, donde fue declarada muerta.
La muerte se produjo menos de 24 horas después que el padre de Gabriella, Stephen Boyd intentó que su hija fuera sacada de la casa de Arce. Obtuvo una orden judicial que le otorga la custodia temporal, prohibiendo a Arce cualquier contacto con la niña.
Sin embargo, cuando la policía intentó hacer cumplir la orden el 27 de abril del año pasado, Arce se negó a cumplir, alegando que el padre tenía visitas regulares por la mañana.
Los oficiales abandonaron la escena, alegando que no tenían la autoridad para sacar a la niña de la casa de Mamaroneck por la fuerza.
Al día siguiente, Arce afirmó que su hija estaba enferma, negando a su padre el acceso a la menor. Luego, la policía dijo que el asunto era de naturaleza civil, diciendo que no podían hacer cumplir la orden judicial.
Según los informes, Stephen Boyd presentó una demanda en la Corte Suprema del Estado en White Plains, en busca de daños compensatorios y punitivos por una cantidad de dinero no especificada.
Stephen señaló en la demanda que con la pérdida de su hija, se le negó el derecho de compartir con su hija y del placer de ser padre. También citó daños psicológicos y emocionales.
La demanda también culpa a la inacción de los agentes de la policía, los Servicios de Protección Infantil y la abuela de la niña por contribuir en la muerte de Gabriella.
