
WEST HAVEN.- Líderes locales de derechos civiles y miembros de la familia del joven Mubarak Soulemane, se reunieron con la alcaldesa, Nancy Rossi para presionar por fondos para comprar cámaras corporales para el Departamento de Policía.
Soulemane, de 19 años, murió al recibir un disparo del agente Brian North después de que el adolescente supuestamente robó un automóvil a punta de cuchillo y condujo a la policía en una persecución a West Haven, el 15 de enero pasado.
Las autoridades argumentaron que le dispararon por la ventana del automóvil después de que el joven sacó un cuchillo.
La familia Soulemane declaró que si los oficiales de West Haven que respondieron a la escena hubieran usado cámaras corporales, podrían haber ayudado en la investigación en curso acerca del fatal hecho.
El tío abuelo de Soulemane expresó que la familia espera transformar su pérdida en un cambio comunitario.
Suhnoom Adams indicó que su familia está luchando por los futuros niños hablando con funcionarios públicos y exigiendo políticas actualizadas hacia las minorías raciales.
Adams comentó que cree que la alcaldesa seguirá adelante en esta petición.
“Parece que ella está prestando atención, se mostró interesada en nuestra petición y realmente nos aseguraremos de que lo haga”, agregó.
Los líderes de la comunidad afroamericana señalaron que las cámaras corporales emitidas por el Departamento ayudarán a mejorar la relación entre los oficiales y los ciudadanos.
En una reunión de la Comisión de Policía de West Haven celebrada el martes pasado, los líderes afroamericanos de derechos civiles exigieron que los agentes de West Haven estuvieran equipados con cámaras corporales tal como lo hacen los agentes estatales, declarando que sin los agentes de la policía estatal el público nunca hubiera sabido lo que sucedió la noche del 15 de enero.