
La defensora de niños, Sarah Eagan, pidió a los legisladores estatales que exijan que todos los programas de tratamiento estatales para niños tengan licencia y estén sujetos a inspecciones de rutina
HARTFORD.- Tras el suicidio de una adolescente embarazada y otros siete intentos de suicidio en un centro psiquiátrico del Departamento de Niños y Familias, la defensora de niños, Sarah Eagan, pidió a los legisladores estatales que exijan que todos los programas de tratamiento estatales para niños tengan licencia y estén sujetos a inspecciones de rutina.
Eagan manifestó al Comité de Niños de la legislatura, que en su investigación sobre el suicidio de la adolescente descubrió que el Estado actualmente no tiene un sistema adecuado o transparente para garantizar la atención segura y de alta calidad para los niños en las instalaciones de tratamiento.
Sin embargo, ella dijo que la legislatura tiene el poder de cambiar eso.
El senador Len Suzio (R-Meriden), expresó que espera que esto conduzca a una acción legislativa el próximo año porque “es muy evidente en el informe de Child Advocate que se justifica una respuesta legislativa”.
Eagan indicó que había “escasez de información pública” con respecto al “peligro inmediato” que enfrentan los niños alojados en la instalación de tratamiento de Solnit South a pesar de la participación de tres agencias estatales.
Además del Departamento de Niños y Familias, el Departamento de Salud Pública y el Departamento de Servicios Sociales supervisan la instalación en Middletown, pero no de manera regular.
De hecho, tres meses antes de que la joven de 16 años se quitara la vida y la vida de su hijo por nacer, una investigación del Departamento de Salud Pública descubrió que el centro no había supervisado adecuadamente a dos pacientes suicidas y generalmente estaba colocando a los residentes en “peligro inmediato”.
El hallazgo de “peligro inmediato” se produjo tres veces en un período de ocho meses y es el hallazgo más grave que el Departamento de Salud puede informar.
Sin embargo, esos hallazgos nunca se publicaron o compartieron ampliamente con las partes interesadas.
Eagan instó al Comité a publicar o compartir esos informes en el futuro.
Eagan agregó que la existencia de ese informe del Departamento de Salud, que incluía el hallazgo de “riesgo inmediato” en los meses previos a la muerte de la joven de 16 años, fue descubierto por primera vez por Hartford Courant.
En términos de qué autoridad reguladora ya existe en la instalación, el Departamento de Salud Pública, en nombre del Departamento de Servicios Sociales, tiene la tarea de garantizar el cumplimiento del contrato de Medicaid.
El Medicaid proporciona parte de los fondos para la instalación y, como tal, Solnit opera bajo las condiciones estipuladas en el contrato.
Pero ninguna de las agencias realiza auditorías o inspecciones de rutina de Solnit y la instalación no está sujeta a la licencia bajo el sistema de Connecticut.
Si el centro fuera licenciado por el Departamento de Salud Pública, entonces sería inspeccionado regularmente donde hubiera un marco para la divulgación e investigación de eventos significativos.
En total, hubo seis intentos de suicidio en Solnit South por niños entre el 14 de noviembre de 2017 y el 22 de marzo de 2018.
En junio, la adolescente de 16 años murió por suicidio, y el 15 de julio de 2018, otro joven intentó suicidarse en la instalación.
Según las autoridades, cuesta 2 mil 957 dólares por día, o mil 79 millones por año, para tratar a un niño en el centro Solnit South.
El año pasado, la unidad sur de 24 camas, que es para niñas adolescentes, atendió a 86 pacientes. El único suicidio que ocurrió y los siete intentos de suicidio ocurrieron en esa instalación, finalizaron las autoridades.
