Sin embargo, otras métricas claves de la pandemia continúan mejorando
BRIDGEPORT.- El Estado registró, el lunes pasado, su tasa más alta de COVID-19 en un solo día en cuatro meses, ya que el 2.5% de todas las pruebas dieron positivo, informó el gobernador Ned Lamont.
Y aunque la tasa de infección durante la semana pasada se situó en 1,5%, también por encima de la tasa inferior al 1% que disfrutó Connecticut durante gran parte del verano, el Gobernador insistió en que el Estado todavía tiene la pandemia en gran parte bajo control.
La administración de Lamont informó que 320 de las 13 mil 398 pruebas completadas, el lunes pasado, fueron positivas, una tasa de infección del 2.4%.
Un residente más murió por el coronavirus, lo que registra 4 mil 533 muertes desde que comenzó la pandemia.
Otras 17 personas fueron hospitalizadas, el lunes pasado, con COVID-19, lo que elevó el total estatal a 172, también una marca alta desde junio.
Si bien una tasa de 2.4% es preocupante, Lamont reiteró que el Estado sigue siendo uno de los menos afectados por la pandemia en la nación.
Los picos de tasas de un solo día, subiendo o bajando, pueden ser anomalías, precisó el Gobernador, y señaló que la semana pasada Connecticut disfrutó de una tasa de un solo día tan baja como 0.7%.
La tasa de infección promedio semanal de Connecticut, una métrica de COVID-19 mucho más importante para muchos expertos en atención médica, sigue siendo una de las más bajas de la nación, comentó, mientras que otros puntos de referencia clave también siguen siendo favorables.
Entre los residentes de Connecticut hospitalizados con el coronavirus en octubre, el 20% ingresó en cuidados intensivos, el 17.5% necesitó ser colocado en ventiladores y el 6.6% murió.
Esos números de octubre no solo son más favorables que sus contrapartes en abril y mayo, cuando el virus estaba arrasando el Estado, sino que han mejorado incluso desde agosto.
Hace apenas dos meses, según la administración de Lamont, el 24% de los hospitalizados ingresó en cuidados intensivos, el 22.3% fue colocado en ventiladores y el 8.1% falleció.
Josh Geballe, director de operaciones de Lamont, dijo que solo el 2% de las camas de hospital de Connecticut están siendo utilizadas actualmente por pacientes con COVID-19.
El Gobernador agregó que los hospitales en general están solo a la mitad, lo que deja una capacidad significativa en caso de que la pandemia empeore nuevamente.
El doctor Albert Ko, profesor de Epidemiología y Medicina de la Escuela de Salud Pública de Yale y asesor habitual de la administración de Lamont durante la pandemia, dijo que la mejora se debe en gran parte a que la mayoría de los residentes de Connecticut aceptan la higiene, el distanciamiento social y otras precauciones necesarias para mitigar la propagación de la comunidad.
Los adultos mayores representaron una parte desproporcionada de los casos de coronavirus al principio de la pandemia, cuando las pruebas eran limitadas. Pero el Estado y sus socios privados administran ahora rutinariamente entre 10 mil y 15 mil pruebas por día.
Ko explicó que eso significa que ahora se están identificando más niños y adultos jóvenes con el virus, que son menos propensos que los adultos mayores a tener casos graves.
La ampliación de las pruebas también significa que los pacientes infectados de todos los grupos de edad probablemente sean descubiertos y tratados antes.
Aun así, tanto Ko como Lamont reconocieron que se anticiparon algunos brotes limitados este otoño debido a múltiples factores. Muchas comunidades reabrieron las escuelas para el aprendizaje en persona y el clima más frío marca el comienzo de la temporada de influenza.
Lamont también ordenó una tercera flexibilización de las restricciones a las actividades comerciales que entró en vigor la semana pasada.
Connecticut ha visto brotes recientes de coronavirus en las áreas de Norwich y New London en la esquina sureste del Estado.
El gobernador dijo nuevamente que consideraría endurecer las restricciones si las tasas de infección semanales se acercaran al 5% y fueran parte de una tendencia más amplia de propagación agresiva de COVID-19.
