
Las tasas de respuesta de Hartford, Bridgeport, New Haven y Waterbury están al final de la lista, cayendo por debajo del 50 por ciento, con las campañas de salud y la crisis económica que inhiben la participación
NEW HAVEN.- La pandemia de COVID-19 que llegó a Connecticut en marzo creó nuevos desafíos para el Censo 2020 de los Estados unidos, problemas que han impactado la dificultad e importancia de producir un conteo de población preciso en las comunidades latinas urbanas.
Lo que se ha vuelto especialmente problemático es que el brote viral ha perjudicado desproporcionadamente a las personas de color, aumentando la dependencia de la población latina y afroamericana del Estado en los programas gubernamentales y comunitarios para alimentos, vivienda, educación, asistencia de ingresos y atención médica, de acuerdo con los expertos.
Estos programas de redes de seguridad cuentan con el apoyo significativo de subvenciones federales para el Estado, que se asignan en función de las cifras de población derivadas del recuento decenal.
Esencialmente, las secciones del Censo donde viven la mayoría de los hispanos y los afroamericanos son las más difíciles de contar y sufrirían más debido a la falta de conteo.
Hasta ahora, Connecticut, en su conjunto, lo ha hecho bien. La respuesta del Estado a mediados de junio, que era más del 64 por ciento, está por encima del promedio nacional del 60 por ciento y el 13º más alto.
Sin embargo, hay pruebas de que la trayectoria de los informes de las ciudades con grandes poblaciones marginadas se ha visto severamente limitada por la pandemia y la necesidad de distanciamiento social y cuarentena.
Las tasas de respuesta de Hartford, Bridgeport, New Haven y Waterbury están al final de la lista, cayendo por debajo del 50 por ciento, con las campañas de salud y la crisis económica que inhiben la participación.
A mediados de junio, la tasa de respuesta al Censo de Bridgeport era de alrededor del 47 por ciento. Sin la pandemia podría tener unos 10 puntos más, manifestó el representante estatal Chris Rosario, copresidente del Complete Count Committee de Connecticut.
“Hemos estado haciendo lo mejor que podemos”, indicó Rosario.
Sin embargo, el legislador de Bridgeport señaló las capacidades limitadas del esfuerzo de conteo completo para informar y guiar a los latinos y otros residentes.
Pueden no estar familiarizados e incluso desconfiar del proceso del Censo federal. “No podemos usar las bibliotecas y otros lugares de reunión porque estan cerrados y eso nos dificulta para realizar esta labor”, comentó el legislador de Bridgeport.
Otro factor es que, por primera vez, las personas podrán completar los formularios del Censo en línea, un procedimiento impedido por un acceso a Internet insuficiente o poco confiable, así como por la desconfianza de algunos latinos hacia el gobierno federal.
Rosario dijo que descubrió que en sus distritos fuertemente hispanos que “algunas personas no quieren dar su información en línea. Quieren ver a alguien personalmente”.
La Oficina del Censo ha realizado una amplia reducción, con el contacto en persona con los residentes interrumpido.
El plan original era que los enumeradores comenzaran en abril para visitar los hogares para contar a los residentes que no respondieron en línea, por teléfono o mediante formularios impresos.
Sin embargo, las agencias en las oficinas estuvieron cerradas por tres meses. La capacitación y el despliegue en persona comenzarán el 11 de agosto.
El distanciamiento social y la cuarentena también han obligado a los grupos de conteo completos estatales y locales a revisar su enfoque dramáticamente.
“Gran parte de sus esfuerzos de divulgación se basan en el contacto directo cara a cara en sus lugares de trabajo o mediante eventos comunitarios, muchos de los cuales han estado cerrados durante los últimos tres meses”, aseguró Chris Senecal, oficial superior de políticas públicas y relaciones con los medios de la Hartford Foundation for Public Giving, que proporciona apoyo financiero a una serie de esfuerzos de conteo exactos en el centro de Connecticut.
La organización Make The Road Connecticut, un grupo de defensa de base para hispanos en Bridgeport y Hartford, se ha visto obligado a cambiar sus planes para aumentar la participación en el censo.
“En lugar de buscar y organizar eventos comunitarios y mesas de información para educar a las personas sobre el Censo y pedirle a nuestra comunidad que participe, Make The Road ha fortalecido sus esfuerzos educativos a través de las redes sociales como Facebook Live y los líderes hacen videos sobre por qué es importante el censo”, reveló un representante de la organización.
Connecticut anualmente ha recibido 10.7 mil millones de dólares en subvenciones federales. Cada persona no contada significa una pérdida de 2 mil 200 dólares en subvenciones federales a Connecticut, apuntó la vicegobernadora Susan Bysiewicz, quien encabeza el Complete Count Committee.