Por Susan McDonald
Un simple análisis de sangre podría ser el primer paso para saber si eventualmente desarrollarás la enfermedad de Alzheimer.
“Este es un gran avance en la evaluación y definición del riesgo de desarrollar Alzheimer para algunas personas”, dice Mark J. Alberts, MD, co-director médico del Hartford HealthCare Ayer Neuroscience Institute. “El análisis está redefiniendo la perspectiva que tenemos sobre el Alzheimer. Es algo muy importante.”
Esto es lo que necesitas saber.
El análisis de sangre busca una combinación genética específica.
Tu proveedor de atención primaria puede ordenar un análisis de sangre para determinar la composición de tu gen APOE4, que contiene un cromosoma de tu padre y otro de tu madre.
La investigación, publicada en una edición temprana de un estudio financiado por el Instituto Nacional de Envejecimiento de los Institutos Nacionales de Salud, encontró que ciertas combinaciones de cromosomas indican un mayor riesgo de Alzheimer. Una combinación – ApoE4/4 – es el riesgo más serio.
“Si tienes un genotipo 4/4, los estudios de imágenes cerebrales, así como otros marcadores biológicos y pruebas cognitivas, predicen un alto riesgo de desarrollar Alzheimer para algunas personas”, dice el Dr. Alberts.
Otros factores también pueden aumentar tu riesgo de Alzheimer.
Además de tus genes, otros factores también pueden impactar el riesgo de Alzheimer. Estos incluyen:
Factores de riesgo de un accidente cerebrovascular
Dieta
Ambiente
Fumar
Niveles de actividad mental y física
Antecedentes familiares de demencia
Condiciones médicas como hipertensión y diabetes
Historia de traumatismo craneal
¿Cómo puede ayudarme el saber mi riesgo de Alzheimer?
Aunque aún no hay forma de prevenir el inicio y avance de la enfermedad de Alzheimer, es útil poder planificar en consecuencia.
Conocer tu composición genética también puede ayudar a identificar el tratamiento más efectivo, dice el Dr. Alberts.
“Sabemos que tener un genotipo 4/4 también aumenta el riesgo de que los pacientes experimenten efectos secundarios como hinchazón y sangrado en el cerebro cuando se tratan con anticuerpos anti-amiloides”, dice, refiriéndose a la placa que se acumula en los cerebros de las personas con Alzheimer.
Este es solo el comienzo de la detección y tratamiento del Alzheimer, dice el Dr. Alberts.
“Esperamos que esta realización impulse más investigaciones sobre la prevención y tratamiento del Alzheimer”, dice el Dr. Alberts.