HARTFORD.- El senador federal Richard Blumenthal aplaudió la semana pasada a las principales cadenas de supermercados por suspender las ventas de sacos de dormir con peso, mantas y pañales para bebés y niños, y por retirarlos de sus estantes, pero los fabricantes han negado haber actuado mal.
Los sacos de dormir fueron identificados como un peligro el año pasado por la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) en una carta dirigida a la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC) de los Estados Unidos.
La AAP dijo que los productos se vendían sin estándares de seguridad establecidos y con poca o ninguna evidencia que demostrara que eran seguros.
“Las recomendaciones más recientes de la AAP para un sueño seguro, emitidas en 2022, establecen que ‘se recomienda que no se coloquen mantas con peso, pijamas con peso, pañales con peso u otros objetos con peso sobre o cerca del bebé que duerme’”, escribió la AAP.
“Las recomendaciones de la AAP establecen además que ‘la ropa envolvente con peso o los objetos pesados dentro de los pañales no son seguros y, por lo tanto, no se recomiendan’. La evidencia disponible en este momento no indica que los productos envolventes con peso sean seguros, ni demuestra que sean efectivos en ayudar a los bebés a dormir más tiempo o con menos interrupciones”, agregó la Academia Estadounidense de Pediatría.
La AAP también escribió que “se plantea la hipótesis de que la alteración de la excitación puede contribuir al riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), por lo que un producto que disminuye la excitación puede aumentar el riesgo de SMSL”.
En un evento, el viernes pasado, en el Charter Oak Health Center en Hartford, Blumenthal abogó por el retiro del mercado de los sacos de dormir con peso que a menudo se comercializan entre los padres de niños menores de dos años, reiterando el argumento de la AAP de que representan un peligro de asfixia y que también impiden el crecimiento y desarrollo de los niños que los llevan.
“Eso es francamente peligroso”, dijo Blumenthal, y luego añadió que las empresas están “atrayendo a una audiencia vulnerable”.
Blumenthal dijo que los sacos de dormir se comercializan entre padres que “simplemente intentan que sus hijos duerman” y que esas circunstancias no eran una excusa para la publicidad engañosa y la explotación.
El Senador federal dijo que las grandes cadenas como Walmart, Target y Amazon ya no venden sacos de dormir con peso y las felicitó por hacerlo.
Según Dreamland Baby, uno de los principales fabricantes del producto, los sacos de dormir deberían hacer que los bebés se sientan más tranquilos y ayudarles a conciliar el sueño más rápido.
Tras la carta de la AAP a la CPSC, Blumenthal envió una carta a la Comisión Federal de Comercio (FTC), implorando a la agencia que investigara las prácticas de marketing y publicidad utilizadas por los dos principales fabricantes de sacos de dormir: Dreamland Baby y Nested Bean.
“Quiero que la FTC de los Estados Unidos descubra y haga pública la verdad sobre estos productos”, dijo el legislador, añadiendo que cree que la recomendación sería que los padres eviten usarlos.
A Blumenthal se unieron la directora ejecutiva del Charter Oak Health Center, Liany Arroyo, y el pediatra William Gillespie, quienes también abogaron por la retirada de los productos del mercado.
Gillespie se hizo eco de los comentarios de Blumenthal y añadió que no se habían realizado estudios de seguridad “doble ciego” sobre los productos.
Dreamland Baby y Nested Bean negaron previamente cualquier problema de seguridad con respecto a los sacos de dormir y no informaron ningún incidente atribuido al producto.
Dreamland Baby no estuvo de acuerdo con los comentarios de Blumenthal y dijo que niega todas y cada una de las afirmaciones hechas en torno a la publicidad falsa de sus productos.