Para lucir una piel bella, hidratada, luminosa, joven y saludable, son muchas las teorías que se han tratado a lo largo de los años. Pero ¿realmente existe una única rutina perfecta para todas las pieles? La respuesta es incierta. Los cuidados de la piel deben estar adaptados a un tipo de piel determinado y a sus necesidades específicas.
CONSEJOS
- No frote su piel con fuerza
Al lavarse en la ducha, la piel se puede deshidratar, perder sus aceites e irritarse. Esto puede evitarse siguiendo el método correcto: la temperatura del agua nunca debe exceder de 38º grados centígrados y los productos de limpieza cutánea solo deben aplicarse en pequeñas cantidades; por ejemplo, una gota del tamaño de un guisante es suficiente en el caso de los productos de Sebamed para la cara y las manos.
- No ducharse demasiado
Al ducharse, la piel queda expuesta a un mayor estrés que al lavarse. Por eso, solo hay que ducharse una vez al día, y si se tiene la piel seca, únicamente cada dos o tres días. Las personas que se tengan que duchar más de una vez al día no deben permanecer más de 10 minutos en total bajo el agua.
- Evite darse baños calientes muy largos
Báñese con moderación. Bañarse supone una seria agresión para la piel. Las pieles normales solo pueden soportar un tiempo de baño máximo de 20 minutos a la semana, y las pieles secas aún menos. El agua nunca debe sobrepasar los 35 grados centígrados.
La espuma o las sales de baño u otros suplementos únicamente deben utilizarse en cantidades pequeñas. Una ducha corta y con agua fría al final del baño elimina los productos de limpieza cutánea restantes. Para secar la piel, no la frote, séquese dando toquecitos, ya que es mejor para la superficie cutánea.
- Aplique su loción corporal de forma correcta
Para aplicar loción o crema, la piel debe estar seca. Las gotas de agua impiden que la crema pueda extenderse bien y alteran la capacidad de absorción de la piel. Además, solo aplicando la loción o crema de forma regular se consiguen efectos a largo plazo.
Para aplicar la crema facial, ponga sobre la mejilla una cantidad de crema que cubra la yema de un dedo. La crema se aplica por la cara realizando movimientos circulares. No hay que ejercer presión sobre la piel al hacerlo.
- Cuide la hidratación en la zona de los ojos
Recuerde hidratar siempre la zona de la ojera, teniendo en cuenta que la piel de la zona de los ojos es la más fina de la cara, por lo que hay que tratarla con más delicadeza de lo normal.
Por lo tanto, aplique con la yema del dedo anular, ya que es el que menos fuerza ejerce de la mano, una pequeña cantidad de crema especial para los ojos. Realizando movimientos circulares suaves y sin ejercer presión, se extiende cuidadosamente la crema por los párpados, desde los laterales hasta el nacimiento de la nariz.
- Hidrate su cuerpo también
Muchas veces se nos olvida de hidratar la piel del cuerpo y sólo nos centramos en la cara, pero no debemos dejar en el olvido que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y hay que cuidarlo en su totalidad.
Aplique una gota del producto de tratamiento sobre la palma de la mano, extiéndala entre ambas manos realizando movimientos circulares por el cuerpo. Empiece por la parte inferior del muslo del lado derecho y siga hacia arriba; luego, repita este proceso con la otra pierna. Cuando la loción corporal se haya absorbido completamente, eche otra gota en la otra mano.
- El cuidado de las manos también es importante
No olvide que las manos es uno de los principales indicadores de la edad, y suele ser una de las gran olvidadas junto al escote. Por eso, hidrátelas a diario aplicando una pequeña cantidad de crema en el interior y otra en el exterior de la mano.
Frótese las manos como si estuvieras lavándoselas, extendiendo uniformemente la crema por las ambas manos y entre los dedos. Siga así hasta que toda la crema se absorba por completo. Si todavía nota la piel seca, puede repetir el proceso.
