MIDDLETOWN.- El Estado tiene un nuevo alto funcionario de seguridad pública.
Ronnell Higgins prestó juramento, el lunes pasado, como nuevo comisionado del Departamento de Servicios de Emergencia y Protección Pública (DESPP).
“Estoy listo para comenzar mi labor”, declaró Higgins al ser juramentado.
Reemplazará a James Rovella, quien ocupó el cargo desde enero de 2019 y se jubila.
Higgins se desempeñará como comisionado interino del DESPP hasta que sea confirmado por la legislatura estatal cuando se abra la sesión en febrero.
“Soy un colaborador de todos. Quiero reunir a todos para asegurarme de que todos estemos en la misma partitura y, como resultado, el estado de Connecticut sea más seguro”, manifestó Higgins.
Higgins que sintió la atracción por el servicio desde muy joven. Fue oficial penitenciario antes de convertirse en oficial de policía en la Universidad de Yale, donde ascendió de rango hasta convertirse en jefe y luego vicepresidente asociado de seguridad y participación pública.
En su nuevo cargo, se centra en el reclutamiento y la retención, restaurar la confianza pública, fomentar el crecimiento y liderar con transparencia y equidad.
“Queremos asegurarnos de que nuestras prácticas se alineen con nuestras políticas, asegurarnos de que el liderazgo, incluso a nivel de sargento, esté funcionando como debe y en camino hacia arriba, esa es nuestra meta”, dijo Higgins.
Higgins supervisará seis divisiones, incluida la policía estatal de Connecticut. Después de que una auditoría reveló que los policías podrían haber falsificado miles de registros de detenciones de tráfico, la agencia es objeto de investigaciones.
Dijo que está en el proceso de recopilar más información y que pronto recibirá un informe detallado.
“Simplemente creo que la cantidad de personas que se pensaba que estaban involucradas no era tan amplia como pensaban inicialmente”, explicó Higgins.
Cuando se le preguntó al respecto, el gobernador Ned Lamont, quien juramento a Higgins, dijo que llegarían al fondo del asunto.
“Digo, sin dudarlo, que tenemos la mejor policía estatal y comunitaria que se pueda imaginar. La única lección aprendida es que tenemos algunas manzanas podridas a las que se les hará responsables”, señaló Lamont.
Higgins espera hacer de Connecticut un lugar más seguro y mejor para todos durante su mandato.
