WEST HAVEN.- Michael DiMassa, el ex legislador estatal acusado junto con su esposa por conspirar para robar más de un millón de dólares en fondos de ayuda por el COVID-19 y otro dinero de la Ciudad, fue sentenciado a 27 meses de prisión por su papel en los esquemas.
También pagará 865 mil 844 dólares en restitución como parte de la sentencia.
DiMassa, quien ha estado en libertad bajo una fianza de250 mil dólares, se declaró culpable en noviembre pasado de tres cargos de conspiración para cometer fraude electrónico.
Según las pautas federales de sentencia, DiMassa podría haber enfrentado entre 41 y 51 meses de prisión, según el memorando de sentencia del gobierno.
El abogado de DiMassa, John Gulash, argumentó que su cliente debería recibir una sentencia por debajo de las pautas, citando, en parte, su difícil crianza, la falta de antecedentes penales y la adicción al juego.
“Su acceso esencialmente sin restricciones a un fondo profundo de fondos federales y la total falta de control de sus impulsos facilitaron su precipitada caída en picado”, escribió Gulash en el memorando de sentencia en nombre de su cliente.
Antes de su arresto, DiMassa “disfrutaba de una reputación extremadamente positiva en toda el área metropolitana de West Haven”, señaló Gulash.
“Sus éxitos personales se basaron en el servicio público y en mejorar la calidad de vida de la ciudad de West Haven. La caída pública en desgracia de DiMassa fue muy publicitada. DiMassa pasó rápidamente, en la opinión pública, de un servidor público inmaculado y bien considerado a un sinvergüenza deplorable”, continuó Gulash.
DiMassa fue la última persona arrestada en relación con el fraude en ser sentenciada.
En mayo, la esposa de DiMassa, Lauren DiMassa, y el empleado de la Ciudad, John Bernardo, que trabajaban en las campañas políticas de DiMassa, se reportaron en prisión.
Lauren DiMassa, quien está embarazada, fue sentenciada a seis meses de prisión y seis meses de arresto domiciliario. Bernardo, por su parte, fue condenado a 13 meses de prisión.
John Trasacco, quien conoció a DiMassa a través de Bernardo, según el testimonio de la Corte, fue sentenciado a ocho años de prisión en abril.
Fue el único coacusado relacionado con el esquema que tenía delitos anteriores en su registro y fue el único coacusado que no aceptó un acuerdo de culpabilidad del gobierno.
En su testimonio en el juicio de Trasacco, DiMassa describió su método de explotar la falta de supervisión de las finanzas de la Ciudad, utilizando su autoridad como funcionario público en el gobierno estatal y municipal para pasar facturas falsificadas, a través del sistema de nómina sin realizar ningún escrutinio sobre cosas como las facturas a nombre de una empresa ficticia de la que él era director y que utilizó la dirección de la casa de Bernardo o afirmaciones de servicios de desinfección prestados dentro de un edificio abandonado y tapiado.
Las autoridades sostuvieron que DiMassa, de 32 años, estuvo involucrado en tres esquemas que finalmente le costaron a West Haven más de 1.2 millones de dólares.
En el primero, dijeron los fiscales, el ex representante estatal usó su puesto en el gobierno de la Ciudad como asistente administrativo del Concejo Municipal para conspirar con Bernardo para facturar de manera fraudulenta a la Ciudad por trabajos de consultoría que nunca se realizaron a través de una empresa que comenzaron, conocida como Compass Investment Group LLC.
En el segundo esquema, dijeron los fiscales, DiMassa conspiró con su esposa para presentar facturas fraudulentas a la Ciudad para un programa de prevención de violencia juvenil y gastos de violencia juvenil COVID-19.
En el tercer esquema, según los fiscales, DiMassa ayudó a aprobar facturas fraudulentas de empresas controladas por Trassaco por equipos de protección personal, mantenimiento de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) y suministros de COVID-19 para la Junta de Educación.
Las facturas también incluían supuestos servicios de limpieza, incluido “un edificio escolar que había estado vacante y abandonado durante varios años”, dijo la oficina del fiscal federal.
El esquema final generó unos 431 mil 982 dólares.
El abogado de DiMassa escribió en su memorando de sentencia que Trasacco “estafó” a DiMassa y Bernardo con la mayor parte del dinero, y se quedó con casi 20 mil dólares del dinero.
