NUEVA YORK.- Benjamín Almonte es uno de varios trabajadores a cargo del mantenimiento y transformación de un inmueble que era antes la Correccional Lincoln del estado de Nueva York, donde prisioneros que estaban a punto de cumplir su condena en prisiones estatales eran trasladados antes de ser liberados.
Ahora será el hogar temporal para los inmigrantes recién llegados que buscan asilo en Nueva York.
“El edificio tiene buenos baños y nosotros estamos dándole mantenimiento permanentemente. Se ve bien para permanecer varios días sin problemas. Este edificio es mejor que dormir en un parque o en las calles”, explicó Almonte.
La correccional fue cerrada en 2019 debido a cortes del presupuesto estatal.
La gobernadora Kathy Hochul, sin embargo, planificaba convertir en vivienda asequible el edificio ubicado frente al Central Park en la calle 110.
Debido al creciente número de inmigrantes que llegan a la Ciudad, más de 70 mil hasta ahora, las autoridades se han visto abocadas a convertir hoteles y escuelas en refugios, a un costo aproximado de 380 dólares diarios por persona.
“Creo que es algo bueno lo que la Ciudad hace, pienso que la comunidad va a crecer con los recién llegados, pues ellos vienen escapando de situaciones duras en sus países, ¿Por qué no darles una mano?”, expresó Garret Simons, vecino de Harlem.
Varias organizaciones a favor de los derechos de los inmigrantes al alzado la voz en contra de alojar a los inmigrantes recién llegados a una antigua prisión.
“Ellos llegan a Nueva York pensando que van a ser bienvenidos y recibidos con amor, empatía, cuidados y dignidad, pero serán colocados en un lugar con un pasado oscuro, que los va a traumatizar”, dijo el activista Power Malu.
Y aunque no está claro aún la fecha exacta que está antigua prisión recibirá a la primera ola de inmigrantes adultos, varias trabajadoras sociales hispanas dijeron que están listas para ayudarlos a adaptarse al lugar.