NORWALK.- A partir del 1º de julio, los bebés que estén cubiertos por Husky en el momento del nacimiento recibirán automáticamente 3 mil 200 dólares en un fideicomiso en Connecticut.
“Los niños de más de 169 pueblos y ciudades de nuestro Estado se beneficiarán del programa”, declaró el tesorero del Estado, Erick Russel.
Cuando un participante alcanza la edad de 18 a 30 años, puede presentar un reclamo para usar los fondos para comprar una casa en Connecticut, no pasar hambre o invertir en un negocio, pagar la universidad, capacitación laboral o ahorrar para la jubilación, indicó el funcionario.
“Los niños de hoy que están en la pobreza, estos niños están luchando y no quiero que tengan que pasar por lo que yo pasé, no quiero que pasen hambre”, expresó la Senadora estatal Patricia Billie Miller.
Los participantes deben vivir en Connecticut en el momento en que se presenta el reclamo y deben tomar cursos de educación financiera.
Según la oficina del Tesorero estatal, el depósito de cada niño probablemente crecería de inversiones a entre 11 mil y 24 mil dólares dependiendo de cuándo se acceda a los fondos.
Los partidarios dijeron que el objetivo es nivelar el campo de juego para los niños que de otro modo estarían excluidos del crecimiento económico y educativo.
“Quiero que tengan esperanza y un sueño de querer algo mejor”, comentó Miller.
Un total de 381 millones de dólares se destinarán a los fondos para bebés que se están reutilizando de una reserva que se apartó en 2019, durante la reestructuración del Fondo de Jubilación de Maestros, que ahora se reemplazará con una póliza de seguro relativamente económica, según la oficina del Tesorero.
“Estamos en una posición en la que podemos cambiar ese fondo de reserva directamente al fondo fiduciario de bonos para bebés”, dijo Russel.
Por su parte, el líder republicano de la Cámara de Representantes, Vincent Candelora, comentó que “aprecio la dedicación del tesorero Russell para encontrar una forma de financiar la iniciativa Baby Bonds, pero en un momento en que hablamos de barreras fiscales, la necesidad imperiosa de desgravación fiscal y la importancia de invertir en educación, tengo que cuestionar una solución que implica la reutilización de dólares excedentes de los contribuyentes que se habían utilizado como contrapeso contractual para refinanciar la deuda de pensión de los maestros”.
Apuntó que “esto parece socavar el mensaje de responsabilidad fiscal que el gobernador Ned Lamont ha promovido a lo largo de la sesión, y la vaga mecánica de cómo simplemente tomarán 380 millones de dólares porque este programa ciertamente merece más escrutinio”.
