NEWTOWN.- Un oficial de policía de Connecticut no será acusado de matar a tiros a una osa negro afuera de su casa en Newtown mientras estaba fuera de servicio, en un hecho ocurrido en mayo pasado.
El Departamento de Energía y Protección Ambiental (DEEP) del Estado indicó que no encontró evidencia suficiente para presentar cargos contra el hombre, quien fue suspendido del Departamento de Policía en las cercanías de Ridgefield, después del tiroteo del 12 de mayo pasado, pero desde entonces fue reincorporado. La identidad del hombre se mantuvo secreta por parte de las autoridades.
“La investigación determinó que el dueño de la casa tuvo numerosos encuentros con el misma oso durante varios días que le hicieron temer por la seguridad de su familia, por él mismo y por su ganado”, precisó el DEEP.
Los funcionarios de la agencia dijeron que determinaron que la osa había perdido el miedo a las personas y aprendió a asociar a los humanos con las fuentes de alimento.
La osa, conocida como “Bobbi” por los residentes locales, fue capturada, etiquetada y reubicada en dos ocasiones distintas en 2017.
En los años siguientes, tuvo más de 175 interacciones humanas documentadas, la mayoría en las áreas de Southbury, Redding y Newtown, según el DEEP.
El tiroteo dejó huérfanos a dos cachorros, que fueron capturados una semana después del tiroteo y enviados a un centro de rehabilitación de vida silvestre en New Hampshire.
