STAMFORD.- Un grupo de unas 2 mil 300 personas partió, el lunes pasado, de la ciudad de Tapachula, en el sur de México, hacia los Estados Unidos, informó un funcionario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
El funcionario declaró que el grupo está compuesto principalmente por venezolanos, pero también incluye migrantes de Nicaragua, Cuba, El Salvador y Honduras.
Un grupo regional de inmigración, conocido como Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos, dijo que el grupo incluía principalmente familias y niños “que exigen acceso a los trámites migratorios y un trato digno por parte de las autoridades”.
Tapachula, ubicada al otro lado de la frontera con Guatemala, es una estación de paso popular para los migrantes que viajan desde Centroamérica.
Según las leyes de inmigración mexicanas, los migrantes y solicitantes de asilo a menudo se ven obligados a esperar en la zona durante varios meses con oportunidades laborales limitadas.
Esta caravana se reunió parcialmente en protesta por las políticas de inmigración y pasarían semanas antes de que llegaran a la frontera sur de los Estados Unidos, suponiendo que todos lleguen. Las caravanas a menudo disminuyen de tamaño a medida que avanzan hacia el norte.
Las caravanas de migrantes han salido de Tapachula con regularidad durante el año pasado, aunque la de esta semana parece ser una de las más grandes.
Quieren entrar a EEUU y no quedarse en México
A diferencia de otras caravanas similares que salieron de Tapachula rumbo a la Ciudad de México y presionar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que les otorgue visas humanitarias y permisos de trabajo, esta vez los inmigrantes tienen otro objetivo: llegar hasta la frontera sur de Estados Unidos y pedir asilo.
“Era verdad que las caravanas anteriores iban rumbo a la capital y presionaban por visas humanitarias, pero esta vez las cosas cambiaron. La intención de la mayoría de ellos es seguir directo hasta la frontera de los Estados Unidos donde cruzarán para pedir asilo porque no pueden vivir en sus países, ni tampoco en México”, aseguró Luis García Villagrán, del Centro de Derechos Humanos para la Dignificación Humana de Tapachula.
Las autoridades mexicanas han ofrecido otorgar visados por un año a estos migrantes, pese a lo cual, muchos mantienen sus intenciones de buscar asilo en los Estados Unidos.
No es la primera caravana que organiza y encabeza el activista.
“Tampoco será la última. Tapachula se ha convertido en el patio trasero de Estados Unidos donde cada día llegan miles de personas que lo dejan todo en busca de un mejor futuro. Y los gobiernos no hacen nada por ellos”, advirtió.
En un primer tramo, caminaron más de ocho kilómetros. Lograron pasar el primer retén migratorio donde estaban algunos miembros de la Guardia Nacional (GN) y el Instituto Nacional de Migración, que se limitaron a observar el avance del contingente.
Luego siguieron hasta llegar a un pueblo situado a unos 15 kilómetros de distancia antes de detenerse a descansar por la noche.
Grupos de migrantes en caravanas salieron el año pasado de Honduras y fueron interceptados en Guatemala, pero la mayoría de las más recientes se han formado desde Tapachula, la ciudad mexicana en la frontera guatemalteca donde no dejan de acumularse migrantes que se quejan de la lentitud de los trámites para solicitar refugio. Deben esperar ahí meses sin posibilidad de encontrar trabajo.
México es uno de los países que ha insistido en la necesidad de buscar soluciones conjuntas al fenómeno de la migración porque la entidad oficial que gestiona las peticiones se encuentra desbordada.
El año pasado batió récords al recibir más de 130 mil solicitudes, el triple que en 2020 cuando apenas superaron las 40 mil En lo que va de 2022, según sus cifras, ya se han recibido casi 50 mil solicitudes, un 20% más que el mismo periodo del año pasado.
Dificultades para conseguir visas humanitarias en México
Los migrantes, procedentes de “países que se están derrumbando por la pobreza y la violencia”, buscan como primer destino una nueva oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) en la que puedan regularizar su situación en México, ya que en Tapachula no consiguen visas humanitarias.
Ellos rechazan la estrategia de México de contenerlos en el extremo sur del país, ya que denuncian que esto ha hecho que sus vidas sean miserables. Muchos están ahora endeudados y desempleados.
Sin embargo, la agencia de asilo del país latinoamericano se ha visto desbordada por el creciente número de solicitantes.
Las políticas restrictivas obligan a los migrantes a legalizar su situación para poder seguir viajando hacia el norte.
En efecto, García Villagrán considera que “es necesario que esta crisis migratoria se atienda conforme a la ley” otorgando “visas humanitarias por un año, inmediatamente, que sean válidas en territorio nacional”.
La migración, tema central en la Cumbre de las Américas
Esta caravana ejerce presión sobre la Cumbre de las Américas, que se celebra esta semana en Los Ángeles, Estados Unidos.
En esta cita, que tiene como prioridad la migración, se buscará un acuerdo regional en política migratoria.
Sin embargo, ni el presidente de México, ni los de Honduras, Guatemala y El Salvador estarán presentes en la Cumbre de las Américas.
Aunque la salida de los migrantes en grupo siempre conlleva mucha atención de los medios, las caravanas representan a una minoría de las personas que cruzan México sin documentación, ya que la mayor parte utiliza las redes de traficantes.
El Gobierno mexicano reportó este fin de semana un incremento de 89% interanual en el número de migrantes presentados o canalizados por la autoridad migratoria en el primer trimestre de 2022, al sumar 77 mil 626 entre enero y marzo.
En el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1.7 millones de indocumentados en la frontera con México.
Ese mismo año, el país azteca deportó a más de 114 mil extranjeros según datos de la Unidad de Política Migratoria, cifras no vistas en casi 15 años. Esto refleja el flujo migratorio récord hacia Estados Unidos.
Sin embargo, el fenómeno de las caravanas de migrantes se remonta al año 2018.
Se espera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anuncie un pacto regional sobre migración a finales de la semana.