NUEVA YORK.- Los casos de COVID-19 se triplicaron en los Estados Unidos durante las últimas dos semanas, en medio de una avalancha de desinformación sobre las vacunas, con la consecuente presión a los hospitales y médicos extenuados.
En todo los Estados Unidos, el promedio móvil de siete días de casos nuevos diarios aumentó durante las últimas dos semanas a más de 37 mil el martes pasado, frente a menos de 13 mil 700 el 6 de julio, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Las autoridades de salud culpan del repunte a la variante Delta y a la desaceleración de las tasas de vacunación.
Apenas el 56.2% de los estadounidenses han recibido al menos una dosis de la vacuna, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC).
Por otra parte, Nueva York dio un primer paso hacia la vacunación obligatoria para el personal de sus hospitales: desde ahora miles de empleados de los hospitales públicos de la Gran Metrópoli deberán vacunarse o someterse a un test cada semana, una prueba de la creciente inquietud ante la variante Delta.
Es la primera vez que la mayor metrópolis estadounidense, donde cerca del 58% de la población ha recibido ya al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus, adopta una medida que implica cierta obligatoriedad.
La norma se aplicará a partir del 2 de agosto a unos 30 mil empleados de los 11 hospitales públicos municipales.
Aunque el personal tiene aún la opción de no vacunarse y someterse a un test cada semana, “no tengo ninguna duda de que esto alentará a la gente a vacunarse”, declaró el alcalde Bill de Blasio , quien espera que los hospitales privados sigan el ejemplo.
El anuncio tiene lugar en medio de una polémica creciente sobre cómo subir la tasa de vacunación frente a la variante Delta, que representa ahora un 83% de los casos en los Estados Unidos, según las últimas estimaciones.
Algunos altos funcionarios de la salud quieren que la vacunación sea obligatoria a nivel federal, al menos para ciertas categorías de la población.
Pero varios estados gobernados por republicanos adoptaron leyes que prohíben las medidas coercitivas, sobre todo en las escuelas.
A finales de junio, la alcaldía de San Francisco impuso la obligatoriedad de la vacuna para todos los empleados municipales. Pero condicionó la medida a una aprobación completa de las vacunas contra el COVID-19 por parte de la agencia estadounidense que supervisa los medicamentos, la U.S. Food and Drug Administration (FDA), y esto no es esperado antes de varias semanas.
Frente a la progresión de la variante Delta, San Francisco finalmente decidió exigir la vacunación desde el 15 de septiembre a sus empleados más expuestos.
Variante Delta ahora representa el 83% de los nuevos casos
La variante Delta de COVID-19, la más contagiosa hasta ahora, constituye ahora el 83% de las muestras secuenciadas en los Estados Unidos, declaró la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC).
“Se trata de un aumento drástico, frente al 50% de la semana del 3 de julio”, expresó Walensky en una audiencia del comité del Senado.
Los expertos en salud advirtieron que la variante Delta es más transmisible que cualquier otra variante identificada hasta ahora.
“Deberíamos pensar en la variante Delta como la versión del COVID-19 de 2020 con esteroides”, indicó Andy Slavitt, exasesor principal del Equipo de Respuesta al COVID-19 del presidente Joe Biden.
“Es el doble de infecciosa. Afortunadamente, a diferencia de 2020, tenemos una herramienta que detiene la variante Delta de raíz: se llama vacuna”, agregó Slavitt.
Sin embargo, las tasas de vacunación en el país se han estancado.
Menos de la mitad de la población estadounidense está totalmente vacunada, según los datos de los CDC, y la mayoría de los que no están vacunados no es probable que lo hagan, según una encuesta publicada el martes por Axios-Ipsos.
Una cuarta parte, o menos, de los que no están vacunados dijeron que sería probable que se vacunaran en determinadas circunstancias, según la encuesta, realizada entre el 16 y el 19 de julio y compuesta por una muestra representativa a nivel nacional de mil 48 adultos estadounidenses de la población general.
Si muchos de los que esperan no se vacunan, según el experto de enfermedades infecciosas Anthony Fauci, Estados Unidos puede esperar un brote “sofocante” durante “un periodo de tiempo considerable”.
El aumento de la variante Delta se produce en un momento en que los Estados Unidos registra un nuevo repunte de los casos de COVID-19 y un aumento de las hospitalizaciones y muertes, especialmente en las zonas del país donde las tasas de vacunación siguen siendo relativamente bajas.
El promedio de casos nuevos diarios de esta semana ha aumentado un 66% con respecto a la semana pasada y un 145% con respecto a hace dos semanas, a medida que aumentan los casos en 44 estados, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Además, las hospitalizaciones han aumentado un 26% respecto a la semana pasada.
Los datos más recientes, procedentes de Israel, que evalúan la eficacia de la vacuna contra el covid-19 de ARNm producida por Pfizer/BioNTech contra la variante delta, indican que la vacuna protege en un 64% contra la infección, y que es un 93% eficaz para prevenir la enfermedad grave y las hospitalizaciones.Ingrese su correo electrónico para suscribirse al boletín informativo de cinco cosas de CNN.
Los datos más recientes, procedentes de Israel, que evalúan la eficacia de la vacuna contra el COVID-19 de ARNm producida por Pfizer/BioNTech contra la variante Delta, indican que la vacuna protege en un 64% contra la infección, y que es un 93% eficaz para prevenir la enfermedad grave y las hospitalizaciones.
Otros estudios indican que las vacunas contra el COVID-19 de Moderna y Johnson & Johnson también son eficaces contra la variante Delta.
El 99.5 por ciento de las muertes se producen entre los no vacunados, según declaró el doctor Vivek Murthy, cirujano general de los Estados Unidos, una cifra citada por los CDC a principios de mes.
Algunos hospitales ya están de nuevo desbordados por los pacientes de COVID-19, señaló Murthy.
“Tengo el corazón roto al ver lo duro que están trabajando los médicos, lo agotados que están”, precisó Murthy.
“Muchos de ellos están sufriendo con depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, ideación suicida, como resultado del estrés que han soportado durante esta pandemia”, agregó el experto.
Tras haber sido engañados antes por el virus, Murthy dice que ahora es el momento de ser precavidos.
“Ha habido múltiples ocasiones en las que hemos sido engañados por el COVID-19, cuando los casos bajaron y pensamos que estábamos a salvo y luego los casos volvieron a subir. Esto significa que no debemos bajar la guardia hasta que los casos no solo bajen, sino que se mantengan bajos, y ahora mismo los casos están subiendo. Los casos están subiendo, las hospitalizaciones están aumentando, las tasas de mortalidad están incrementando”.