Imagina un cargador de teléfono móvil que no necesite una fuente de alimentación inalámbrica o de red. O un marcapasos con fuentes de energía orgánica incorporadas en el cuerpo humano. Investigadores australianos dirigidos por la Universidad Flinders están recogiendo el reto de “buscar” la energía invisible de las vibraciones de baja frecuencia en el entorno, incluyendo el viento, el aire o incluso la energía de la electricidad estática.
“Estos llamados nanogeneradores triboeléctricos (o ‘TENGs’) pueden fabricarse a bajo costo en diferentes configuraciones, lo que los hace adecuados para alimentar pequeños aparatos como la electrónica personal (teléfonos móviles), dispositivos biomecánicos (marcapasos), sensores (sensores de temperatura/presión/químicos), y más”, dice el Profesor Youhong Tang, de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad Flinders.
Las investigaciones posteriores tienen por objeto desarrollar aún más esta forma renovable de aprovechamiento de la energía diseñando una fabricación sencilla a partir de materiales baratos y sostenibles, con una alta eficiencia.
“Pueden utilizar materiales no invasivos, por lo que algún día podrían utilizarse para objetivos de recolección de energía implantables y llevables”, dice el candidato al doctorado Mohammad Khorsand, co-autor de artículos recientes en la revista internacional Nano Energy.
l artículo más reciente utiliza un modelo matemático mejorado por inteligencia artificial para comparar la función del número de segmentos, la velocidad de rotación y el espaciamiento de la tribo-superficie de un prototipo avanzado de TENG para optimizar el almacenamiento y el rendimiento.
Los investigadores, junto con sus colegas de la Universidad Tecnológica de Sydney y otros lugares, están trabajando para mejorar la generación de energía de los TENG y almacenarla en supercondensadores o baterías.
“Hemos sido capaces de recolectar de forma efectiva la energía del movimiento de deslizamiento y de rotación que está disponible en abundancia en nuestro entorno de vida”, dice el profesor Tang. (Fuente: NCYT Amazings)