NORWALK.- Tras el tercer descubrimiento confirmado de una garrapata asiática longhorned (de cuernos largos) en Connecticut, los investigadores advirtieron sobre los posibles impactos en la salud que los arácnidos invasores podrían traer al Estado.
El Connecticut Veterinary Medical Diagnostic Laboratory (CVMDL) identificó una garrapata asiática longhorned en el condado de Fairfield durante el verano después de que fuera presentada por alguien en la ciudad de Fairfield, anunciaron funcionarios de la Universidad de Connecticut (UConn).
La garrapata es el tercer caso que el laboratorio ha visto en Connecticut desde que la especie llegó a los Estados Unidos en 2017. El primer caso se encontró en junio de 2020 y el segundo fue identificado en agosto de 2022, agregaron funcionarios de la UConn.
Afortunadamente, la garrapata identificada en Fairfield no portaba ningún patógeno transmitido por garrapatas, incluida la bacteria que causa la enfermedad de Lyme.
Sin embargo, el laboratorio aún expresó preocupación por el descubrimiento.
“Dado la garrapata ha surgido recientemente en los Estados Unidos, hay información muy limitada sobre qué patógenos puede portar este insecto y si puede transmitirlos a los humanos”, expresó el director del CVMDL, Guillermo Risatti, quien también es profesor de patobiología en la UConn.
Risatti manifestó que “en los países donde existe la garrapata, es un vector conocido de enfermedades humanas y animales, por lo que debemos monitorear esto de cerca para apoyar la salud integral de los residentes y animales en nuestro Estado”
La garrapata asiática longhorned se puede identificar microscópicamente por los “cuernos” distintivos que se encuentran a los lados de su boca.
Es originaria del este de Asia, pero desde 2017, la especie se ha encontrado en personas, vida silvestre, ganado y mascotas en los Estados Unidos.
Según funcionarios de la UConn, el impacto potencial de la garrapata en la salud es “significativo”, ya que en su hábitat nativo de China y Japón, puede transmitir un virus que puede causar fiebre hemorrágica grave.
Además, en regiones de Nueva Zelanda y Australia donde la especie se considera invasora, puede reducir la producción de ganado lechero en alrededor de un 25 por ciento, indicaron las autoridades.
Los investigadores también están preocupados por la propagación de la garrapata en Connecticut porque las hembras pueden reproducirse asexualmente, lo que puede provocar infestaciones masivas del huésped que pueden ser difíciles de mantener bajo control.
Cualquier pregunta o inquietud sobre las especies de garrapatas puede comunicarse con el CVMDL enviando un correo electrónico a cvmdl@uconn.edu o visitar la web https://cvmdl.uconn.edu/tick-testing/options/.
